La vio por primera vez una tarde, un Lunes al parecer, era lo más lógico, ya que era de nuevo ingreso, y las clases nuevas, como en todos lugares, inician los Lunes, llego y paso junto a ella, solo la vio, sin mas ni mas, sus compañeros ya lo esperaban en las escaleras para subir a clases, una hora después, bajaron a cafetería y ahí estaba ella, en una mesa sola, leyendo un libro cuyo titulo no pudo ver, la miro fijamente durante unos largos segundos, ella pareció no darse cuenta, pero el vio como una pequeña sonrisa furtiva se asomaba en sus labios, mas no supo si era por la lectura o por que se dio cuenta que la miraba.
Sentado junto a sus compañeros, platicaban de los de nuevo ingreso, decían que algunos, parecían saber demasiado y habían otros a los que no les pronosticaban mas de una semana, él en cambio, parecía estar atento a la platica, pero en realidad no podía dejar de pensar en esa recién ingresada, la veía diferente al resto de las demás, pero aun no sabia por que, si, era guapa, no lo negaba, pero no era eso, era algo mas, ¿su peinado? No, eso no era, ¿entonces? No lo supo, no ese día, no esa semana, no ese mes, lo sabría mucho después... la platica termino abruptamente al llegar el maestro de su próxima clase a la mesa, los saludo y los invito a subir al aula, ya que la clase estaba a punto de comenzar y tenia algo importante que decirles, sin dudarlo se levantaron de la mesa y se dirigieron a las escaleras, paso junto a ella, tal vez sin planearlo o inconscientemente lo hizo a propósito, sintió su perfume, y se le quedo grabado, ese aroma le agrado.
En clases, el maestro les pidió ayuda para hacer un trabajo, necesitaba que además de las horas de clases, tuvieran horas extras para poder ayudarlo, incluso, en otras clases después de haber terminado el turno, era necesario que se quedaran, solo los que quisieran y pudieran ayudarlo, a cambio, tendrían puntos extras en la materia y tal vez una recompensa monetaria, pero eso seria después, sin dudarlo, el dijo que si, junto a los otros dos que también aceptaron.
Cuando las clases de ese día terminaron al bajar, no la vio, supuso que estaba en clases, pero no pregunto ni comento nada a nadie, durante esa noche sintió de nuevo su aroma y se pregunto el por que pensaba tanto en ella.
Al día siguiente llego una hora antes de lo acostumbrado, así lo había pedido el maestro, quería darle algunas indicaciones para comenzar el trabajo, cuando termino, supo que su maestro de la primera clase del día no se había presentado, por lo tanto tendría una hora libre, sentado en la cafetería con otros dos compañeros, esperaban a sus amigos que aun no llegaban, en ese momento la vio entrar, la miro fijamente desde que apareció hasta que llego a donde se encontraba una de sus compañeras, la vio con pantalón de vestir color caqui, blusa color blanca y saco del mismo color que el pantalón, el cabello negro suelto, y lentes oscuros que al entrar se quito, su rostro parecía diferente al de ayer, mas formal e interesante, sintió un golpe en la cabeza.
- Órale cabron, ¿qué tanto vez?
- No mames wey.
- ¿Que? ¿Te gusta?
- No, es que, no sé, me llamo la atención verla entrar, nomás.
- Huy si, no te gusta, pero si ayer que estaba sentada acá no parabas de verla.
- ¿Yo? No mames.
- Esta bien, pero no te enojes, si te gusta es tu pedo.
- Váyanse al carajo.
Risas burlonas sonaron en el lugar, él en cambio no les presto atención, pidió un café y trataron de continuar con otra platica.
Ella se fue a clases con su compañera, y ellos se quedaron discutiendo sobre que tiene mas cafeína, la Coca-cola o una taza de café, discusión que solo un trío como ellos podía discutir sin sonar tan frikies.
Varias horas después, cuando sus clases terminaron, fue con el maestro al cual ayudaría con el proyecto, este, le asigno una PC en un aula que a esas horas y durante algunas mas estaría vacía, ahí podrían trabajar con tranquilidad los 3, mientras daba clases.
20 minutos después, tocaron la puerta, el encargado de las aulas preguntando si había lugar para alguien mas, a lo cual contestaron que si, que no había problema siempre y cuando no perturbara sus trabajos, así pues, el encargado llamo a 3 personas que se encontraban detrás de el, y cual seria su sorpresa al verla a ella y dos compañeras mas, la miro mientras entraba al aula y en ese momento ella volteo hacia el, y le dirigió una mirada fija y luego, una sonrisa.
Él en cambio solo sintió el aroma de su perfume.
- ¿Puedo poner mi mochila aquí? - Pregunto ella, señalando una silla al lado de el, ella pensaba sentarse una silla después.
- Eh . . . no, adelante, no esta ocupado - Atino a responder él, sin apartar los ojos de la pantalla.
- Gracias - Finalizo ella.
Una hora y media y apenas y pudo concentrarse en lo que hacia, como por instinto, volteaba a verla cada 10 segundos, ella, cuando se enteraba, sonreía, sin voltear.
Cuando termino, ella se puso de pie y se fue, no sin antes decirle.
- Gracias, hasta luego
- Eh, si, ándale, hasta luego - Apenas y contesto él antes de que ella se alejara.
Cuando hubo terminado ese día, se dirigió junto a sus otros dos compañeros, que no dijeron nada mientras estuvieron trabajando, al centro de la ciudad, a comer.
Horas después se despidieron quedando de verse después.
Al día siguiente, las clases, el trabajo extra, todo transcurrió en calma y ella no apareció ese día.
Así, paso una semana, la veía en clases, en la cafetería, pero siempre acompañada, así que nunca la molesto para saludarla y platicar, simplemente se miraban.
No volvió a entrar al aula de trabajo extra, donde estaba él, no en esa semana, la semana siguiente, estuvo 4 días ahí, pero con el maestro a lado, la platica no pudo darse, así, paso un mes, en el que ella falto 4 días, él los contó.
Una tarde, luego de varios días ya de haber terminado el trabajo de su maestro, se encontraba solo afuera de la escuela, sus compañeros se habían ido a comprar unas cosas o al menos eso le habían dicho y el se había quedado solo ya no tenia clases, pero el seguía, ahí, esperando a que pasara el tiempo, veía a los autos pasar por la avenida, una de las principales de la ciudad.
Tan absorto en sus pensamientos estaba que no escucho, ni sintió cuando alguien se sentó a su lado.
Solo cuando sintió un aroma conocido salió inmediatamente de su mundo fantasioso, volteo y ahí estaba, sentada a su lado, no sabia que decirle, que preguntarle, no tuvo necesidad de hacerlo.
- Hola, que tal, mucho gusto, me llamo . . . - y le dijo su nombre.
- Que tal, yo soy . . . - y también se presento.
- Desde hace días he notado que siempre me miras, me observas siempre, ¿por qué?
- Eh . . . Eh, pues, mira, mmm, como decirte, la verdad, no sé. - Apenas y articulo él.
- Si, entiendo- y sonrió.
- No sé, la verdad, me gusta observarte, cuando estas en clases, cuando lees
- A veces se siente raro eso, ¿sabias? - Pareció recriminar ella.
- Bueno, no lo sabia, discúlpame por hacerte sentir así
- No, no es eso, no me molesta, a mí, no, pero hay a quienes sí.
- Ok, pero ten por seguro que eres la primera a la que miro así.
- Si tú lo dices, lo creo, ahora dime, ¿es cierto que eres uno de los mejores alumnos de la escuela?
- ¿Eh? ¿Quien? ¿Yo?, Pues, no sé quien te haya dicho eso, pero no creo que sea cierto.
- Pues eso nos han dicho algunos maestros, y algunos compañeros.
- Ah caray, pues no lo sabia, pero gracias por informármelo.
- Dime, ¿es cierto o no?
- Pues, como decirte, me gustan las clases, me gustan las computadoras, me gusta verlas por d entro, por fuera, etc., me encantan, y pues siempre aprendo rápido lo que me enseñan en clases, y pues me llevo bien con todo mundo, tanto con los maestros y compañeros, si eso me hace el mejor alumno de la escuela, pues si, los soy.
- Órale, me sorprende tu capacidad para improvisar respuestas largas, interesantes y precisas.
- Secretos del oficio- Bromeo él.
- Quisiera aprenderlos.
Así, durante poco mas de dos horas sentados platicando en la acera de la escuela se conocieron el uno al otro, mucho, él, siempre sincero y hablador como siempre, ella siempre parecía sorprendida por las respuestas que obtenía de el, se llevaron bien desde ese momento.
Al día siguiente al verse un amigable beso y una saludo efusivo, sorprendió a sus compañeros, quienes no pararon de molestarlo en todo el día.
Durante la semana siguiente, apenas y se vieron, era época de exámenes, pero siempre tenían al menos, 5 minutos para preguntarse como había sido el día.
El nunca pregunto a ella sobre su novio/marido/amante o lo que sea que tuviera, ella tampoco pregunto a el, habían platicado de todo, menos de eso.
A la semana siguiente, la invito a comer y en la comida pregunto.
- Ok, ya hemos platicado de todo, hasta de que creemos que se acabe el mundo, pero dime, ¿tienes novio, o algo parecido?
- Eh, ¿por qué preguntas?
- Curiosidad, además si tienes, no quiero meterme en problemas por no saber.
- Entonces, no te preocupes, no tengo novio.
- ¿No? ¿Ni marido o amante o amigo cercano, primo lejano?
- No, ya te dije, así que despreocúpate, hablemos de otra cosa.
- Esta bien.
Así pues, disfrutaron la comida, platicando sobre trabajo, clima, escuela, lo normal pero aunque ya había platicado bastante con ella, de todo, aun había algo diferente que no descubría en ella, a pesar de que eso le molestaba un poco, decidió ya no buscar ese algo diferente, simplemente disfrutaba de su compañía, cada vez que podía.
Una tarde, al salir de clases, ella le alcanzo y lo invito, a una fiesta, esa noche, le dio la dirección y le pidió que no faltara, el acepto, sintió algo raro, pero nada lo haría faltar.
Esa noche él llego, la fiesta aun no llegaba a su punto máximo, aun estaba comenzando, algunos rostros conocidos vio, luego a ella, ahí, lo recibió y le invito una copa, platicaron durante unos minutos, luego, ella pidió bailar y el acepto acompañarla, hacia meses que no bailaba, sin embargo, copa tras copas, la fiesta fue creciendo, el ritmo mas alto, todos los presentes sentían que estaba en su punto mas alto de la noche, y lo demostraban, catarsis de sudor, alcohol y música, todo combinado daba como resultado una de las fiestas mas memorables en su vida, ella bailaba excitada por la música y el griterío de todos, ahí, ella lo invito, a seguir bailando, a pesar de no negarse, seguía mirando alrededor, veía algunas parejas a punto de tener sexo en el lugar donde estaba la barra, algunos mas en los muebles del lugar y otros solo bailaban sobre las mesas como si estuvieran en trance catártico.
Ella, cansada de bailar, se acerco a el, y le beso, a el no le pareció raro, ya lo veía venir y aparte, lo esperaba desde hacia días.
Sintió como su sangre caliente corría por sus venas, ella desinhibida, parecía desesperada por despojarse de su ropa, él en cambio, quiso prolongar esos besos y caricias un poco mas, ella le susurro al oído que ahí no, mejor en otro lugar, inmediatamente ella se aparto y se dirigió a una puerta, que conducía a una recamara, no sin antes llamarlo, el no lo dudo, instantes después, en el cuarto, el juego de las caricias y los besos continuo, la ropa tuvo un lugar de mas en ellos y rápidamente la apartaron, la beso de la cabeza a los pies y ella parecía un volcán a punto de estallar, estaban iguales, el también había deseado ese momento desde que la conoció, y ese día, la tuvo enfrente, ella se movía como toda una experta, sabia lo que hacia, el se dejo llevar y disfrutaron esa noche como nunca antes lo habían hecho, luego de unas horas, el juego termino y ella pareció satisfecha, el exhausto, a un lado de la cama, solo le dirigió una mirada y sonrieron, se dirigió al baño y cuando regreso ella estaba dormida, el apenas recordó donde estaban y se asomo al lugar donde comenzó todo y donde estaban los demás, apenas se oía la música, unos dormían en el piso, otros desnudos sobre la barra, otros sobre las mesas y muebles del lugar, algo, no era inusual, varias veces había estado en situaciones similares, pero no con alguien como ella.
Se dirigió a la cama y se acostó a su lado, apenas cerraba los ojos, o al menos así le pareció, cuando sintió que el día llegaba, se asomo por la ventana y vio los primeros rayos del sol, miro su reloj, pronto amanecería por completo, no tenia prisas, no había trabajo al cual llegar, así que regreso a la cama, ella dormía profundamente, y no le vio intenciones de despertar, durmió.
Varias horas después, el sol ya estaba en un punto alto, cuando se dirigió al baño, se metió en la regadera y luego, al salir, se vistió y se asomo nuevamente, ya no estaban todos, algunos ya se habían ido, otros apenas despertaban y uno que otros aun buscaba su ropa por el lugar, media hora después ella despertó.
- Buenos días- Fue lo primero que dijo
- Buenos días- contesto él
- Dime, ¿qué hora es?
- Mmm... Van a dar las 12.
- ¿Las 12? Órale, es tarde, me siento de la chingada creo que tome demasiado anoche.
- Tal vez, yo también me siento un poco mal
- Oye ¿y ya se fueron todos?
- No aun no, quedan algunos
- Ok, voy a darme un baño, te pido un favor, despierta a lo que duermen y diles que ya acabo la fiesta.
- Esta bien, ahora salgo a decirles.
- Gracias.
Al salir nuevamente, aquel lugar parecía una zona de guerra, ya algunos mas se habían retirado, nadie dormía, ya todos tenían ropa, los últimos que quedaban, se despidieron de el y se retiraron, minutos después, no había nadie.
Ella salió de la regadera, con mejor cara de la que entro, la invito a desayunar, pero no acepto, argumentando que tenia que ir a su oficina a recoger unas cosas.
Sonó el teléfono de ella, contesto y al momento salió de la habitación, luego entro, y dijo.
- Lo que paso entre tu y yo anoche, fue muy bueno, pero no pienso repetirlo.
- Eh... ¿perdón?
- Si, no habrá más.
- ¿Por que?
- Por que no, simplemente por eso.
- Esta bien, si así lo quieres.
- ¿No te molesta?
- Por que habría de molestarme, si tu dices que no volverá a pasar, pues no pasara.
- Bueno, no es que yo no quiera, es que, perdóname, pero hay algo que no te dije.
- ¿Que?
- Tu me agradas, pero, solo quería saber algo.
- ¿Saber que?
- Pues saber esto, lo que paso anoche entre tu y yo.
- ¿No habías estado con nadie mas antes?
- No es eso, es, es algo complicado, espero que no te moleste, pero . . .
En ese momento, el timbre sonó, parecía alguien desesperado afuera.
- Pero que, dime.
- No, nada, solo que no esperes más.
- Me cae que estas loca, en serio, vístete, voy a abrir.
Abrió la puerta, una mujer mayor, parada afuera, parecía enojada.
- Si, que desea - Pregunto él.
- Tu quien eres, que haces aquí, voy a pasar- Dijo, y al instante ingreso, sin siquiera pedir permiso.
- Discúlpeme, pero no puedo, permitirlo, no sé quien sea usted.
- Pues yo no sé quien seas tú o que buscas tu aquí, pero esta es mi casa.
- ¿Su casa?
- Si, es mía, ¿algún problema?
- Oh, perdón, pensé que era casa de . . .
- Si, también es su casa, y quiero hablar con ella, ¿donde esta?
- ¿Cómo es que dice que es su casa pero que también es casa de ella? ¿Que es usted de ella?
- Ella y yo somos pareja.
- Usted y ella, son . . .
En ese momento comprendió lo que ella había querido decirle minutos antes
- Sí, ¿por qué? ¿Quién eres tu?¿Te molesta?
- No, es que . . . nada, olvídelo, ya me voy. . .
Camino absorto por las calles de la ciudad durante un buen rato, tratando de asimilar todo, no es que fuera un puritano obsesivo y el hecho de que ella fuera lesbiana le afectara tanto, si no mas bien era algo que no sabia por que sentía, el saberlo así tan sorpresivamente, le había afectado sobremanera, pero aun no sabia por que, no era el hecho de su orientación sexual, era mas bien el que de alguna manera lo sabia y no quiso darse cuenta o no pudo hacerlo a tiempo, si, desde el momento que la vio supo que había algo diferente en ella y esa mañana por fin supo que era . . .
Ella no volvió a la escuela, días después él la vio por ultima vez, en la calle, se miraron, pero ella no lo miro a los ojos, el no dijo nada a sus compañeros, quienes le preguntaron por ella, ni una sola palabra.
Hasta el día de hoy, no la ha vuelto a ver, una vez la busco, pero desistió de ello, la casa donde ella vivía fue vendida y nunca supo que camino tomo, nadie le supo decir.
El aun la recuerda, no por esa noche apasionada que pasaron, si no por la sensación de solo tenerla cerca, de platicar, de reír con ella, de pasar el tiempo juntos, no es que el sexo hubiera sido malo, si no que su relación fue mejor cuando solo eran amigos. . .