La carta
Abrí la caja y ahí estaba, en el mismo lugar de
siempre, con las mismas palabras:
“Hola…
inicio esto sin saber cómo escribir lo que quiero decirte, ¿decir que te amo?
No estaría mal, si eso sintiera, es, algo diferente, no sé si es que me apena
decirlo o es que no quiero que lo sepas… no, lo sé, pero quisiera decirte que
te recuerdo todos los días por los momentos lindos que pasamos juntos, sin
embargo, eso sería mentir, porque no hubo días lindos… lo que quiero decir, sin
más, es que te recuerdo mucho más por esa noche, ¿la recuerdas?
Esa en la
que platicamos de nosotros, de nuestras vidas y luego, una cosa llevo a la
otra, tú con tus dudas, yo con mis ganas de tenerte . . . esa única noche que
mandaste todo al carajo… esa noche que estuvimos juntos, en la misma cama,
tocando y disfrutando nuestros cuerpos desnudos y nuestras emociones, sintiendo
nuestro sudor mezclarse al compás de los besos y las caricias… si cierro los
ojos por un momento, aun puedo sentir como me penetras lentamente y como vibras
dentro de mí . . . aún puedo recordar ese momento en que besas mis labios
apasionadamente al tiempo que con la lengua humedezco los de mi boca…
Te extraño
por esa noche que mi cama se convirtió en un templo de placer, quiero verte
desnudo nuevamente, mirándome un poco extrañado, contemplando mis piernas
abiertas y mi vagina húmeda que te invitaban a penetrarme, quiero volver a
sentir tus besos por todo mi cuerpo sin dejar centímetro de mi piel sin tocar,
aquella sensación al momento de jugar contigo y poner entre mis manos tu pene,
después llevarlo a mis labios, quiero volver a jugar con el dentro de mi boca,
quiero sentirlo con mi lengua nuevamente y apretar con mis manos mientras tu
cara me dice que lo disfrutas, quiero abrazarte con mis piernas mientras con el
ritmo de la penetración, me llevas al lugar donde la conciencia se pierde,
quiero nuevamente lograr el éxtasis juntos, quiero hacer contigo lo que con
otra no haces, lo que no puedes hacer con quien hoy comparte tu cama, todavía
quiero sentirte cuando terminas dentro de mí, quiero ver esos ojos que me dicen
que te gusta y que quieres más de mí, aún recuerdo tu aroma mezclado con el
sudor de la habitación…
Sé que lo
recuerdas tanto como yo, sé que no lo olvidas y me atrevería incluso a asegurar
que sueñas con esa noche, contigo ha sido la mejor noche de sexo y pasión que
he vivido en toda mi vida, lo sé, no debo gritarlo a los cuatro vientos… por
eso te escribo esta carta, esta breve carta… breve, porque en pocas palabras
expreso todo lo que aun quiero y siento contigo… espero que tú quieras volver a
sentir lo mismo alguna vez y podamos repetir esa noche…
Te deseo
siempre y tuya el día que te decidas.
Angélica. ”
He leído esta carta, sin exagerar, poco más de
100 veces desde que me la entrego, la última vez que nos vimos, hace ya casi un
año, al leerla, recuerdo todo lo que me dice, lo que ella siente, sus besos,
sus caricias y su mirada, sin embargo, la guardo bajo llave, no por que quiera
guardar en secreto lo que paso esa noche, no, creo que es más bien porque no
quiero que mi esposo sepa que ella me disfrutó más en una noche que él en todos
estos años.
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El descanso
A dos cuadras de distancia puedo imaginar cómo se
luce, llego a su puerta y me está esperando, con una bata encima, me invita a
pasar y algo de tomar, algo fuerte para el momento, nos sentamos juntos, sin
decir mucho, cuando la formalidad se termina, la beso suavemente y paso mi mano
por su cabello húmedo, es fácil adivinar que recién salió de la ducha, huele a
perfume, al de todos los días, nos besamos ahora intensamente, como si fuera la
primera vez en años, ella sonríe, con esa mirada un poco maliciosa descubro que
me invita a desnudarla, como si no lo hubiera hecho ya con el pensamiento.
La bata descubre inmediatamente todo su cuerpo, la miro
con algo de asombro, vuelvo a besarla, acaricio esos senos que me invitan a
besarlos, su cuello me llama y con mi lengua la hago estremecer por un momento,
cierra los ojos y recorro su cuerpo, beso sus labios e inmediatamente me
arrastra a su boca, con un movimiento desprende mi camisa y luego termino de
sacarme el pantalón, los zapatos quedaron en algún lugar hace rato, siento su
calor debajo entre el sillón y mi cuerpo, nos incorporamos y ella busca mi
pene, lo lleva a su boca, ansiosa de tenerlo cerca, lentamente lo acaricia con
la lengua, luego parece que quiere devorarlo, cierro los ojos y espero que ella
termine de hacerlo, se levanta y me mira, se sienta en mis piernas y me besa,
juego con sus labios y con su cuello, al oído me susurra: hazlo . . . no puedo
negarme a ello, la acerco más a mí y lentamente voy penetrándola mientras ella
lo disfruta, con ritmo lento sobre mis piernas, ella tiene el control del
momento, con sus ojos me dice que lo disfruta, yo también, no voy a negarlo, me
gusta el vaivén de sus senos, cada vez más rápido y cuando la siento terminar
sonríe y grita, ahora me toca a mí con un movimiento cambiamos, ahora
lentamente empiezo y veo que aún sigue disfrutando, ella no ha terminado, un
poco más rápido y me abraza con sus piernas, quiere más . . . puedo sentir su
orgasmo, quiero alcanzarla y cada vez más rápido, termino, ella lo sabe y me
sonríe, poco a poco mi pene se duerme y ella solo lo acaricia . . . sentados en
el sofá, los dos no decimos nada, solo estamos ahí . . . minutos después me
pregunta:
-
¿A qué hora debes regresar?
-
Pronto, en unos 20 minutos.
-
Esta bien. . . lo disfrute mucho, veo que tú también. . . a partir del
Lunes te daré una hora extra de descanso, así podremos hacerlo mejor. . .
- Está
bien Lic. Usted es la jefa.
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El Final
En el estacionamiento subterráneo de un edificio
corporativo, dentro de un auto color negro y placas ausentes, nuestra pareja en
cuestión mira los minutos pasar frente a sus ojos o frente a su
ventanilla, no dice nada solo observa, quizás reflexionan, quizás piensan,
quizás . . . algo, no sabría decir, ellos son completamente independientes de
pensamiento, yo solo escribo lo que sucede hoy . . . ella, pelirroja y un tanto
desarreglada, su voz aguda se deja escuchar a veces, vista desde su perfil,
recuerda mucho a Honey Bunny . . .
Dialogan entre ellos, al parecer discuten, él
parece sofocado y a veces susurra para sí mismo, algo ininteligible, su aspecto
le da cierto parecido a Mr. Pink, enciende un cigarro, lentamente exhala y la
nube de humo se dispersa por todo el auto, ella no dice nada, hace varios
minutos que solo mira al frente, sin embargo, no hay mucho que ver, más que una
pared de color gris, al parecer detrás de ella hay una escalera, o un elevador,
es difícil decirlo, ya que es irrelevante . . . una camioneta pasa por el
lugar, va de salida, la conduce un hombre de unos 48 años, algo canoso, voltea
hacia al auto negro al pasar, quiere reconocer a sus ocupantes, pero al no
poder hacerlo en los 3 segundos que tarda en pasar sigue su camino sin pensar
mucho en ello.
Un poco más de cerca y se puede escuchar algo más:
-
Esto está mal, pero es necesario
-
Lo sé, si no lo fuera, no estuviéramos aquí, ¿no crees?
Ella no contesta nada, solo asiente, cierra los
ojos por unos segundos, luego mira nuevamente al frente, él termina su cigarro,
arroja la colilla por la ventana, a sus lados no hay autos ocupando lugares,
más allá de 3 espacios hay un auto lujoso, parece un Mercedes Benz, aunque
también podría ser un BMW, un momento, alguien viene. . .
Empujando un carrito aparece un hombre de la
limpieza, mira a su alrededor, ve el auto negro y a sus ocupantes durante 5
segundos, pero no le interesa, se percata de la colilla recién arrojada y con
escoba y recogedor en mano se apura a recogerla, luego, sigue empujando su
carrito verde, silba, al parecer su trabajo lo hace feliz, o lo hace para
animar su alma . . . sin embargo a los ocupantes del auto no les molesta en
gran forma la presencia fugaz de tal personaje, siguen mirando al frente, el
con su brazo en el volante hace el gesto de mirar hacia arriba, pero, no hay
nada que ver más que el techo, mira su reloj y dice que ya es hora, voltea para
ver a su acompañante y con una mirada y tono de voz diferente le dice:
-
Bueno, ya estamos aquí, sin poder dar marcha atrás . . . es muy . . . –
Carraspea- Eh . . . bueno, algo que siempre, pero, nunca, lo siento, estoy
nervioso . . . – Se miran, toma aire y continua - Bueno, quiero que
sepas, que desde que nos conocimos en la escuela, sé que te amo, más que a nadie
en el mundo . . .
Ella solo lo observa, por un momento parece que
estallará en llanto, pero se contiene, no del todo porque una lágrima se
escurre por su mejilla, lleva su mano a la boca:
-
Siempre lo supe, pero tú nunca me lo dijiste, nunca ¿por qué ahora?
-
Bueno, ya sabes lo que dicen: Más vale tarde. . .
-
Que nunca –Completa ella – sí, lo sé. . . yo también te amo, desde siempre.
El solo ríe entre labios y asiente. . . su rostro
cambia, parece enojado, o triste, a esta distancia es difícil saberlo
-
¿Estás listo?
-
No, ¿y tú?
-
Tampoco.
-
Entonces, ahora es el momento.
Se acercan, ella llora en silencio, se besan, el
lleva su mano izquierda a lo que parece un. . . sí, es un celular, oprime unos botones.
. .
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Horas después, aparece la noticia en las pantallas
de Televisión.
La mañana de este jueves el
edificio de oficinas ubicado en el distrito de negocios de la ciudad, propiedad
de Winnfield Inc. ha sido destruido en medio de una poderosa explosión
originada en el interior de su propio estacionamiento subterráneo, los
responsables de la explosión son dos personas despedidas hace unas semanas de
la empresa, acusados de fraude, así lo demuestran los videos de las cámaras de
seguridad del edificio, videos que están grabados en las computadoras centrales
del CSC, en ellos se puede ver paso a paso lo que esta pareja hace en los
minutos antes de provocar la poderosa explosión, incluso se pueden oír
fragmentos de su última conversación, sin embargo en ellos no delatan nada de
sus planes, al menos así lo han informado las autoridades, quienes hasta el
momento no han dado a conocer el audio, solo el video.
Según los expertos, la explosión
que causo la destrucción total del edificio al parecer es producto de unos 80
Kg de C4 que se encontraban en la cajuela del auto y que fueron detonados por
medio de un teléfono celular, esto último se puede apreciar claramente en el
video, es lo último que puede verse de ellos.
Cabe destacar que la explosión causó
un fuerte estremecimiento en toda el área, donde aún se están evaluando los
daños en edificios cercanos al destruido inmueble.
Los equipos de seguridad y
rescate aun trabajan en la búsqueda de sobrevivientes al derrumbe, ya que al
momento de la explosión, desafortunadamente en el edificio destruido se
encontraban alrededor de 350 personas, hasta el momento sin éxito.
Seguiremos informando en cuanto
se genere más información.
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