Suena el teléfono, el numero es desconocido, sin embargo, la curiosidad es mucha, hay que contestar:
- Bueno
- Hola ****** eres tu?
- Quien habla? – Como si no fuera reconocible esa voz
- Soy yo *** te acuerdas?
3 segundos de silencio . . . un largo y profundo suspiro
- Que quieres?
- Hola, solo quería saludarte
- Ok, ¿quién te dio mi numero?
- Fui a casa de tu mamá y ella . . .
- Entiendo . . .
- ¿Cómo has estado? -Que pregunta tan odiosa
- Bien, muy bien ¿tu?
- Igual . . . bueno, no tanto, he tenido algunos problemas, pero ya parece que voy saliendo –No es que no importen, pero, para que saberlo?
- Oh! Que mala onda . . .
- Si, pero bueno . . . no se si ya sabes, regrese a casa de mis papás . . . una amiga me invito a su casa este fin de semana y pensé que podemos vernos, si quieres . . . ya sabes, platicar un rato y . . .
- No es buena idea y tu lo sabes . . . adiós.
Cuelga . . .
Aun se pregunta si hizo lo correcto . . .
Factorización de trinomios: El binomio cuadrado perfecto.
Hace 2 semanas
1 se animaron a refutar:
Esas llamadas son tan mmmmm ni palabras tengo.
Lo bueno es que eres firme.
Saludos.
Publicar un comentario