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noviembre 23, 2008

Dolor de cabeza

Abrió los ojos y todo estaba oscuro, al parecer era media madrugada,  o al menos eso parecía, lo único que supo en ese momento fue que la cabeza le dolía intensamente, la sentía casi a punto de explotar, como pudo, se incorporo, desorientado, miro a su alrededor y por mas que lo intento, no pudo recordar que había sucedido horas antes, ni por que estaba en el suelo, y por lo poco que sintió, estaba a un lado de su adorado y peculiar sillón rojo, ese que había comprado años antes, y que había sido el primer mueble que llevo cuando compro su nueva casa, pero ahora, en este instante, lo mas importante, ¿por que sentía tanto dolor?

Por la ventana apenas y se asomaba tímidamente algunos rayos de luz de la lámpara de la calle. Mareado, ya de pie, se sentía y de verdad estaba muy desorientado aun, busco a tientas un apagador, no lo encontró, frente a él sintió la puerta principal, cerrada, entonces dio vuelta y unos pasos después, tropezó con una silla, maldijo en voz baja, segundos después, cuando por fin encontró un apagador y encendió la enorme lámpara de techo, la sala se ilumino con una intensa luz blanca, acentuada mucho mas por el deslumbrante color blanco de las paredes, y techo, una vez mas, maldijo la hora en que se le ocurrió poner pintura blanca especial, excesivamente brillante al contacto con una luz blanca, como la que inteligentemente había instalado en el techo.

Ahora medio ciego, y con el dolor acentuado, caminó hacia el baño, sabia muy bien el camino o al menos, no tropezó, buscaba Aspirinas, al llegar, vio su rostro en el espejo y le fue difícil reconocerse, parecía salido de una batalla campal, o de una cruda de 3 días . . .  3 Aspirinas y un trago de agua de la llave, eso seria suficiente para atenuar el dolor en su cabeza.

Regresó a su resplandeciente sala, esta, tal vez por la desorientación, el dolor o alguna alucinacion provocada por la combinacion de ambas cosas y las pastillas, le pareció una escena de película, de esas en las que presentan el cielo y es de color blanco, demasiado blanco . . . 
Se sentó en su sillón, divago en sus pensamientos y recuerdos, tratando de saber que había pasado, pero, por mas que se esforzó, solo recordaba el momento en que abrió la puerta de su casa, y nada mas . . .

Había sido un día normal, asistió a su trabajo por la mañana, viernes, y como no trabajaba fines de semana, era el día preferido para ir y hacer lo mismo de siempre, durante todo el día no hubo contratiempo mayor que lo normal, así, que por la tarde al terminar su jornada laboral,  se fue con sus amigos a tomar unos tragos, que, horas después se convirtieron en botellas, sus amigos, quienes si laboraban los fines de semana, decidieron no postergar la celebración del viernes mas allá de lo acostumbrado, así, al terminar solo, tuvo que conducir hasta su casa atravesando toda la ciudad y tratando de no ocasionar algún percance, cosa que sabia hacer fácilmente, no era la primera vez que conducía un tanto ebrio, pero aun asi, no era mas de las 2 cuando llego.

¿Acaso lo habían asaltado al entrar a su casa? Que idea tan rara, pero, si, tal vez eso había sido, lo golpearon en la cabeza y entraron a robar.
Reviso y vio que todo estaba en orden, todo lo de valor estaba ahí, todo en su lugar, no habían entrado a robar, entonces ¿porque despertó en el suelo? ¿Por qué con un fuerte dolor de cabeza?

Casi como una revelación, o por efecto de las Aspirinas, al momento de preguntarse esto ultimo, su mente se aclaro y lo vio todo como en una una visión o al menos asi le parecio . . .

Al llegar, entro y se dio cuenta que no había energía eléctrica, en la colonia, así que cerro la puerta y al avanzar a ciegas por la sala oscura, tropezó con algo, esto, combinado con todo el alcohol que traía encima lo hicieron perder el equilibrio y cayo, golpeándose fuertemente la cabeza y quedo inconsciente unas horas, ¿o se durmió al caer? Como fuera, así había sucedido, lo que agradeció a pesar del fuerte golpe que recibió al caer al piso, fue que no hubo herida, al menos no habia sangre, aun así, decidió que a la mañana siguiente iría al medico, para que lo revisara, luego de decidir esto, recreo el momento de su llegada y pudo darse cuenta con que había tropezado y entonces, tomo una decisión. . .

A la mañana siguiente, los trabajadores de limpia, bromeaban al momento de subir un pesado y peculiar sillón de color rojo al carretón de la basura . . . detrás de ellos, en la casa, alguien observaba desde la ventana, alguien que así de fácil resolvía las cosas que lo molestaban en su existencia o que simplemente le causaban un enorme dolor de cabeza a media madrugada . . .

3 se animaron a refutar:

coqueteado dijo...

Yo hago constar que no es cierto. No fue el sillón el culpable... Se llevaron a un inocente que además era su adorado. =(

Verdaderoyo dijo...

Si, bueno, pobre sillon, es el menos culpable, pero fue quien tuvo que pagar las consecuencias.
La justicia, en este caso, no es justa.

Lili dijo...

...No es lo mejor deshacerse de lo ke "te estorba" y menos si se le estima tanto.....
que le de otro lugar, uno donde no le estorbe, donde no le de tantos problemas....... ¡no fue justo!

saludos!!! :]

 
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Modificado un poco por: Verdaderoyo ☂